domingo, 23 de diciembre de 2007

Domesticados


La llama y la alpaca eran especialmente importantes en la economía andina.
Llama: Los recursos proporcionados po la llama fueron utilizados al máximo. Así, su lana era hilada para transformarla en ropa para la gente de la sierra, pues los pobladores de la costa utilizaban el algodón para confeccionar sus vestimentas. Su carne era consumida tanto fresca como secada al sol y deshidratada (charqui); esto último permitía su conservación y almacenamiento en los depósitos. Además, eran sangradas por una vena de la quijada para preparar una comida especial con la sangre. Los cueros eran utilizados para preparar cuerdas, sandalias y otros objetos, mientras que su excremento seco era un excelente combustible, particularmente en las alturas donde no había árboles para conseguir leña. Tal vez uno de los usos más apreciados de la llama fue el de bestia de carga, ya que podía acarrear hasta 40 kilos de peso y desplazarse facilmente por las alturas más empinadas. Las caravanas de llamas estaban conformadas principalmente por machos. Para los viajes más largos, como entre el Collao y la costa, se prefería a machos nuevos" de más o menos dos años de edad. La recua viajaba desde la madrugada hasta el mediodía, deteniéndose en lugares con agua y pastos. El mantenimiento de los animales no era difícil, en vista de que no se les proporcionaba otro forraje que los pastos encontrados en la ruta. Los animales se alimentaban durante la tarde y rumiaban por la noche. Finalmente también eran sacrificadas como ofrendas y sus órganos servían para leer los augurios.
Alpaca: Proporcionaba básicamente su lana -de calidad inferior a la de la vicuña- para los tejidos más finos y lujosos. Los pastizales necesarios para su crianza siguieron pautas similares a las de la tenencia de la tierra agrícola. Los ayllus disponían de pastos para sus animales, al igual que los curacas, los grandes señores de las macroetnias, las huacas y los pastos especiales del Inca. Tanto las investigaciones arqueológicas como los documentos de archivos reieren la existencia de hatos de camélidos en la costa mucho antes de la conquista inca: desde la época precerámica. Estos debieron alimentarse en la región de lomas y en los bosques de algarrobales que hoy se encuentran casi totalmente depredados. Cuando las lomas se secaban, los animales se alimentaban con las vainas de los algarrobos.

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